Turpin, por la gracia de dios arzobispo de Reims y constante compañero del emperador Carlomagno en España, a Luitprando, Dean de Aquisgran, salud en Cristo
Asi sea.
Libro IV Capítulo I
Aparición de Santiago al emperador Carlomagno
–
–¿Qué haces, hijo mío?
Libro IV Capítulo II
Las tropas de Carlomagno asedian Pamplona
Libro IV Capitulo III
De los nombres de las ciudades de España.
Libro IV Capítulo IV
Libro IV Capítulo V
Libro IV Capítulo VI
Aigolando se apodera de España
Libro IV Capitulo VII
Libro IV Capítulo VIII
Sahagún: Carlomagno contra Aigolando, y las lanzas que reverdecieron
Libro IV Capítulo IX
Libro IV Capítulo X
Libro IV Capítulo XI
Libro IV Capítulo XII
Libro IV Capítulo XIII
Libro IV Capítulo XIV
Libro IV Capítulo XV
Libro IV Capítulo XVI
Libro IV Capítulo XVII
Nájera: Rolando contra Ferragut
Libro IV Capítulo XVIII
Libro IV Capítulo XIX
Libro IV Capítulo XX
Libro IV Capítulo XXI
- No es oportuno llorar con vanos lamentos al hombre
Que por su muerte a morar fué a la celeste mansión.
- Noble de antiguo linaje por padres y abuelos viniendo,
Más por sus propios hechos sobre los astros está.
- Distinguidísimo y por su nobleza de nadie segundo.
Por su vivir egregio era el primero siempre.
- Cultivador de los templos, su canto era grato a las gentes,
Y medicina eficaz fué de los males patrios.
- Vida del clero, de viudas tutor y pan de indigentes,
Para los pobres largo, pródigo en huéspedes fué.
- Tanto en sagradas iglesias y tanto gastó con los pobres,
Para enviar al cielo oro del cual fuera en pos.
- Con la doctrina en el pecho, cual cofre lleno de libros,
Como de fuente viva todos podían beber.
- Sabio en consejos y de alma piadosa y palabra serena,
Que por amor ssería padre de todo el mundo.
- Cima gloriosa y ornato sagrado y fecunda lumbrera,
En galardón del cual toda virtud milita.
- Y que por méritos tales llevado a la gloria celeste,
No le oprime tumba, mora en la casa de Dios.
- Tú retornando a la patria nos dejas en un mundo triste;
Vas a morar en la luz mientras aquí lloramos.
- Con seis lustros de vida de bien y además ochoc años,
Arrebatado al suelo, junto a los astros vuelves.
- Al regresar convidado a las paradisíacas mesas,
Por lo que gime el mundo gózase honrado el cielo.
Libro IV Capítulo XXII
Libro IV Capítulo XXIII
Libro IV Capítulo XXIV
CALIXTO, PAPA, SOBRE EL HALLAAZGO DEL CUERPO DEL BIENAVENTURADO TURPIN, OBIPO Y MARTIR
Libro IV Capítulo XXV
CALIXTO PAPA
Libro IV Capítulo XXVI
EMPIEZA LA EPISTOLA DEL SANTO PAPA CALIXTO ACERCA DE LA CRUZADA DE ESPAÑA, QUE POR TODOS HA DE SER DIFUNDIDA EN TODAS PARTES
ACABA EL LIBRO 4
Add comment